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Ebanistas con Mucha Experiencia e Historia

Desde 1830, Casi 200 años y 4 generaciones avalan nuestro trabajo

El Mejor Equipo de Ebanistas en Madrid que se podía tener desde el siglo XIX.

El Primer Taller de Ebanistería en Madrid en el año 1830

La pasión por la ebanistería caracteriza a la familia Mata. La madera corre por nuestras venas desde que en 1830 el abuelo de nuestro abuelo comenzó su andadura en este oficio. 

Con el apoyo de sus padres, nuestro tatarabuelo José Mata, hizo las maletas desde su Extremadura natal y llegó a la capital con intención de aprender un oficio y labrarse un futuro. Así, en la primera mitad del siglo XIX, el primer Mata se acercó al mundo de la madera. 

En Madrid comenzó a trabajar en un taller con bastante renombre y poco a poco fue aprendiendo las técnicas y adquiriendo los conocimientos de un oficio que demanda habilidad, visión y pasión para crear piezas bien hechas.

El Mejor legado en Ebanistería ha pasado de padres a hijos

José transmitió los secretos del oficio a su hijo Manuel, que se convirtió así en la segunda generación de ebanistas. Manuel dejó la capital siguiendo a su amor y de este modo la familia Mata regresó a Extremadura, a Mérida, donde se casó y abrió su propio taller de ebanistería

Fue en este taller donde Joaquín, el hijo de Manuel, creció y aprendió a amar la madera y a entender los entresijos de esta profesión. Pero Joaquín, nuestro abuelo y tercera generación de ebanistas de la familia Mata, no quería seguir en el pueblo. A pesar del gran disgusto que causó a sus padres por no continuar con la empresa familiar, siguió adelante con su sueño y, como muchos jóvenes de su época, se fue a Madrid en busca de mejores oportunidades.  

Su aventura le llevó a trabajar como ebanista en distintos estudios de decoración hasta que junto con otro compañero crearon su propio taller. Poco a poco iban creciendo y labrándose un nombre. Fue por entonces cuando Joaquín conoció a una chica y como él dice se casó “con la más guapa del baile”. Pero las cosas estaban cambiando mucho, “era la época del Swing y ya nada era lo mismo”, recuerda.

El "Know How" en Ebanistería y Carpintería de Madera y el buen hacer ha sido el mejor legado que el abuelo ha podido dejar al nieto.

Nuestro abuelo en el taller más grande, donde empezamos a ser los mejores ebanistas de la zona.

4 generaciones de ebanistas

Esos cambios también trajeron el nacimiento de sus tres hijas y, aunque Joaquín seguía con la ebanistería, tenía claro que ninguna de ellas iba a continuar con la trayectoria familiar. 

Mientras, el negocio prosperaba tanto que abrió un taller más grande. Y fue en el nuevo taller donde años más tarde su primer nieto, Joaquín, aprendería de sus manos el oficio de ebanista.

Así, desde muy jovencito fue aprendiendo las técnicas y formas de trabajar la madera. El abuelo le enseñó cómo se trabajaba antes, respetando la nobleza de la materia, amando las cosas y poniendo pasión en todo lo que haces. De este modo llegó la cuarta generación de ebanistas de la familia Mata.

¿Por qué Fucking Wood?

De esos días trabajando codo con codo con el abuelo Joaquín es de dónde ha salido el actual nombre de la empresa Fucking Wood. El abuelo siempre ha amado este oficio, porque construir algo con un material tan noble y con tus propias manos es más que satisfactorio. Pero, aunque ama el trabajo, también reconoce que es un oficio peligroso y, en momentos complicados, siempre decía “este maldito oficio…”. 

Ahora, hemos querido recoger esta expresión y darle un toque actual y moderno, de ahí el término “Fucking Wood”. Un nombre llamativo para una empresa familiar que mezcla la tradición con la innovación; el saber hacer de casi 200 años con las técnicas y herramientas actuales. Una pasión por la madera que nos hace mimar todo lo que hacemos para ti.

Hoy nuestro abuelo disfruta de un merecidísimo descanso haciendo muebles en miniatura en madera, su pasión.
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